lunes, 14 de diciembre de 2009

El término adicción se emplea también, en un sentido más amplio, para señalar un tipo de vínculo particularmente fuerte de una persona con otra, con una actividad (como el hacer ejercicio, el sexo, el trabajo etc.) con la ingesta de comida (comedores compulsivos); el ayuno (anorexia o bulimia); con la televisión o el internet, con las relaciones "inadecuadas", la limpieza, los juegos de azar, con cierto tipo de emociones, las compras o el trabajo para lo que se usa el horrendo barbarismo "workoholico" teóricamente, uno puede volverse adicto de cualquier cosa que nos de placer, que disfrace nuestros problemas o que alivie nuestras tensiones. Son tantos los campos de nuestras posibles adicciones que, si los fuéramos analizando a conciencia, llegaríamos a tocar ese gran tema filosófico-existencial que es la libertad y la capacidad de elección.

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